En el Informe sobre Género de 2020 se analizan los progresos realizados en la paridad y la igualdad de género en la educación desde la primera infancia hasta la edad adulta. Se muestran grandes avances, pero también casos de estancamiento o regresión. Se indican las políticas y prácticas adecuadas para proteger el derecho a la educación para todos, así como las esferas que requieren atención en el contexto de la pandemia de COVID-19.En el Informe, que coincide con el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, un programa visionario para el empoderamiento de la mujer aprobado en 1995 por 189 gobiernos, se examina la movilidad de los logros educativos entre generaciones. Se evalúa la aplicación de determinadas estrategias acordadas en Beijing, basadas en estudios monográficos nacionales sobre el embarazo precoz, el asesoramiento escolar, los materiales de enseñanza y aprendizaje, las mujeres en puestos de enseñanza, gestión y dirección, y la violencia de género en el entorno escolar. Fundándose en esta visión general de los avances en la igualdad de género en la educación y mediante ella logrados durante los últimos 25 años, en el análisis se destaca que no todos se han beneficiado de ellos y que muchos siguen quedando atrás, especialmente cuando el género se combina con otras características, como la pobreza, la ubicación, el origen étnico o la discapacidad. Sobre la base del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020, en esta edición se demuestra que el principio de inclusión en la educación puede promover la igualdad de género en la educación y otros ámbitos.Las recomendaciones de política general tienen por objeto orientar a los que están preparando un nuevo texto, que se determinará en el Foro Generación Igualdad en 2021, y que podría sustituir a la Declaración de Beijing para la próxima generación de niñas y mujeres.